Diastasis abdominal: Prevención y tratamiento

Beatriz Gisbert Morant • 18 de octubre de 2021

DIASTASIS ABDOMINAL: Se trata en el posparto pero se previene durante el embarazo. 

¿Qué es la diastasis abdominal?

La diástasis es la separación excesiva de los músculos rectos del abdomen. Se sitúan paralelamente a la línea alba, centro del vientre y forman los llamados "cuadraditos de tableta de chocolate el abdomen".

Se produce de forma fisiológica durante el embarazo. Deben separarse de forma gradual para que el bebé quepa en el vientre de la madre. De hecho, en la semana 35 de embarazo el 100% de mamás presentan diástasis y pasados los 6 meses de gestación alrededor del 40%.

¿Cuándo es un problema o supone una disfunción?

Cuando esta separación sobrepasa los 2,5 cm a nivel supraumbilical y/ o 2 cm a nivel infraumbilical según la clasificación de Beer. Se habla de diástasis patológica o disfunción ya que la faja abdominal laxa no es capaz de realizar de forma correcta sus funciones de estabilización lumbar y pélvica, gestión de las presiones abdominales y transferencias de carga biomecánica. 

Esta disfunción en la pared abdominal puede dar lugar a otro problemas relacionados pero que no siempre se sabe que están causados por la diastasis como:
- Aumento de la incidencia de dolor lumbar y pélvico
- Incontinencia urinaria
- Prolapso de algún órgano pélvico
- Molestias gásticas, reflujo, ardores o más flatulencias.

Además, también puede afectar a nivel respiratorio ya que los músculos de la pared abdominal intervienen en la respiración, en el tiempo espiratorio y en gestos como la tos o el estornudo se abomba y sufre mucha tracción. 

Durante el embarazo se puede prevenir su aparición patológica.

Cuando esta separación es fisiológica y controlada durante el embarazo la recuperación en el posparto se da de manera más fácil y la faja abdominal es capaz de recuperar su tensión, fuerza y estabilidad para realizar sus funciones.
Para que esa separación sea controlada es importante llevar una serie de cuidados durante el embarazo que a continuación te indicamos: 

• Controla tu postura, los cambios de posición deben realizarse con una buena higiene postural.
• Realiza ejercicios de CORE supervisados donde integres el trabajo de tu suelo pélvico y tu abdomen de manera conjunta.
• Cuando realices ejercicios abdominales que no separen más tu línea alba, que la tensen y cierren ese espacio anterior del abdomen, ombligo dentro. No los realices si no estás segura de que son seguros para ti.
• Controla las presiones que se generan en el abdomen cuando tosas, estornudes, etc realizando el bloqueo perineal ante los esfuerzos.
• Evita el estreñimiento y no empujes a la hora de defecar.
• Si realizas esfuerzos, cargar pesos etc. Hazlos siempre en el momento de la exhalación, nunca en apnea.
• Realiza contracciones de suelo pélvico voluntarias (KEGEL) sincronizadas con el trabajo abdominal.

¿Cómo la puedo prevenir?

Acude a fisioterapia especializada. Realizaremos una valoración postural y específica de tu abdomen mediante test funcionales y e daremos consejos para disminuir el riesgo.
En algunas ocasiones pueden existir puntos de tensión muscular en la pared abdominal o a nivel posterior en la espalda que repercuten en que el abdomen durante el embarazo no aumente de volumen de forma homogénea y se separe más a nivel anterior dando lugar a una diástasis patológica. 

En estos casos estará recomendado realizar terapia manual ya que nos ayudará a tratar las restricciones de movilidad y conseguir que la separación de los rectos abdominales esté más controlada durante el embarazo.

Tratamiento de la diástasis abdominal:

Los cuidados durante el embarazo serán esenciales para que la recuperación posterior sea mejor para que te encuentres mejor a nivel físico y puedas cuidar mejor a tu bebe.

El tratamiento de la diastasis se basa en:

- Realización de ejercicios abdominales adecuados y reeducación postural posparto.
- Entrenamiento muscular del suelo pélvico coordinado con la respiración y con el transverso abdominal unto con el trabajo del resto de los abdominales.
- Evitar la activación aislada del plano superficial de los abdominales (rectos y oblicuos externos) porque aumentan la presión en la parte inferior del abdomen y suelen separar más la diástasis.
- Radiofrecuencia capacitiva y resistiva con cremas reafirmantes para estimular al colágeno y mejorar la firmeza y vascularización muscular y conjuntiva del abdomen.
- Electroestimulación neuromuscular sincronizada con los ejercicios abdominales activos para favorecer la coordinación muscular entre los diferentes planos musculares.
- Ejercicios de reeducación postural global y equilibrio postural.

Consejos y recomendaciones finales.

1. Más vale prevenir que curar. Acude a una revisión durante el embarazo.

2. En caso de tener ya la diástasis, sea patológica o no, realiza ejercicio supervisado por un/a fisioterapeuta especialista y que valoren tu caso. 

3. Ejercicios mal realizados o inadecuados pueden dañarte o dificultar tu recuperación.

4. Algunas diástasis son demasiado grandes o dan problemas digestivos importantes. A veces el tratamiento puede ser quirúrgico y requerir puntos internos de reparación o bien mayas estabilizadoras. La fisioterapia posterior será esencial ara garantizar el éxito y no deterioro de los resultados de la operación.

5. La fisioterapia será importante tanto en el embarazo como en el posparto. Siempre mejorarás. Muchas veces cerrará del todo y en el caso de que no lo haga, prevendrás su empeoramiento y posibles complicaciones posteriores.

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Algunas de ellas son: osteopenia, pérdida de masa muscular, cambios de humor, ganancia de peso, sofocos, fatiga, peor calidad del sueño… Pero hay una muy buena noticia: muchas de ellas mejorarán simplemente con el ejercicio físico y un buen entrenamiento de fuerza Beneficios del entrenamiento regular: Previene la sarcopenia (pérdida de masa muscular relacionada con la edad). Aumenta la densidad ósea, ayudando a prevenir la osteoporosis. Mejora la postura y el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas. Activa el metabolismo, ayudando a controlar el peso. Reduce dolores articulares y de espalda. Ejemplos de ejercicios de fuerza que se pueden hacer en clases colectivas de ejercicio funcional: Sentadillas (squats): Fortalecen piernas y glúteos. Flexiones de brazos (push-ups): Trabajan pecho, hombros y brazos. Peso muerto con mancuernas: Excelente para la espalda baja y piernas. 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Tú sola en casa no lo harías , pero si sabes que te están esperando y lo haces con otras personas seguro que es más divertido. ¿Cómo empezar? Consulta con nosotras antes de comenzar si tienes alguna condición previa. Elige ejercicios que disfrutes, para que puedas mantenerlos a largo plazo. Empieza despacio y ve aumentando la intensidad progresivamente, si tienes alguna lesión o dolor previo consulta con tu fisio de confianza, nosotras podemos ayudarte y modificar el ejercicio para que sea adecuado para ti. Combina fuerza y resistencia para un enfoque completo y equilibrado. Escucha tu cuerpo: Descansa si lo necesitas y prioriza la buena técnica sobre el número de repeticiones. Bebe mucha agua, hidrata tu cuerpo, tus células, tus tejidos. Sobre todo si haces ejercicio la hidratación es muy importante. La menopausia no tiene por qué vivirse como una etapa de declive. Todo lo contrario: es una nueva fase en la que puedes reconectar contigo misma y mejorar tu salud de forma integral. 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