Masaje y drenaje linfático manual
El masaje y el drenaje linfático son dos técnicas manuales clave. Nuestras manos alivian.
Masaje terapéutico:
Las técnicas de masaje liberan, equilibran las tensiones y la energía contenida de los tejidos blandos del cuerpo: piel, tejido conjuntivo, músculos, tendones, fascias, aponeurosis... Además, desencadenan una respuesta vascular y sobre el sistema nervioso que aporta riego sanguíneo, relajación y sedación, aliviando el dolor. Como consecuencia, se mejora el movimiento así como la función corporal general.
Combinando la terapia manual, el ejercicio y el masaje, podemos aliviar múltiples dolores, facilitamos la recuperación y la vuelta a la funcionalidad de la región lumbopélvica.
Los dolores musculares muchas veces están relacionados con la presencia de puntos gatillo miofasciales. En este caso, el dolor puede ser regional y referido a distancia del músculo afectado. Los puntos gatillo son tratados con técnicas manuales (presión, inhibición y estiramiento) o instrumentales como el uso de ventosas, instrumentos de masaje o excepcionalmente la punción seca, que en los casos más rebeldes también es muy eficaz.
Drenaje linfático manual:
Cuando hay edema o retención de líquidos
Las técnicas de drenaje manuales que utilizamos son muy suaves sin impulso, no es masaje clásico. Se inician en las vías principales de drenaje, siempre en el cuello y clavículas para poder drenar tanto piernas como brazos.
Es muy recomendable en la recta final del embarazo, en el posparto y cuando hay algún tipo de cirugía oncológica que genera edema y retención de líquidos por la afectación de las cadenas ganglionares por la cirugía o la radioterapia.
